Esmaltería de Limoges
entre lo humano y lo divino
El frontal de esmaltes de San Miguel de Aralar está compuesto por cuatro tablas de haya en las que destacan las figuras realizadas con la técnica del esmalte en champlevé. En 1765 se añadió una tabla más de madera de roble, situada en la zona superior del frontal.
No obstante, el frontal no siempre tuvo estas dimensiones. Gracias a las señales que conserva la madera se puede concluir que anteriormente la obra tenía algo más de anchura y altura. Sin embargo, varias secciones de madera tuvieron que ser recortadas por su mal estado a causa de las termitas.
En 1979 se produjo un robo en este santuario perpetrado por Erik “el Belga”, quien desmontó el frontal pieza a pieza para posteriormente venderlo en el mercado negro.
Tras la recuperación de las piezas, se realizó una labor de restauración y se establecieron medidas de seguridad para evitar otros posibles intentos de robo y para asegurar el buen estado de esta obra de arte.